«Subir salarios, bajar precios, repartir beneficios»
UGT y CCOO han convocado más de 70 manifestaciones y concentraciones con el fin de exigir más y mejores empleos, una salida laboral a las personas en desempleo, un incremento de los salarios, la necesidad de disminuir los precios y que las empresas repartan los beneficios que están generando.
En este 1º de Mayo UGT y CCOO quieren poner de relieve las conquistas sociales y laborales que se han conseguido a través del dialogo social:
- Ganar derechos para las personas trabajadoras, gracias a la concertación social, teletrabajo, Ley Rider, expedientes de regulación de empleo temporal (ERTE) en lugar de despidos.
- Multiplicar por 5 la contratación indefinida gracias a la reforma laboral, se ha reducido a la mitad la temporalidad y se crea empleo de calidad.
- Subir el salario mínimo interprofesional (SMI) el 64%, en los últimos 7 años, el acuerdo para subir las pensiones un 8,5% y garantizar el futuro de las pensiones sin recortes.
La crisis de la inflación no solo ha venido propiciada por los efectos externos de la guerra de Ucrania que ha ocasionado las subidas de los suministros energéticos, los alimentos y las materia primas en la Unión Europea, en una parte muy importante, la subida de precios también viene determinada por el exceso de beneficios empresariales. Las empresas han repercutido el coste de las subidas de los productos energéticos, en el precio final de los bienes y servicios, especialmente en los productos alimenticios y de primera necesidad, para mantener sus márgenes de beneficios, generando que los efectos de esta crisis estén recayendo sobre las mayorías sociales, las trabajadoras y los trabajadores, y afectando de forma grave a los segmentos más vulnerables de la población.
Es preciso evaluar las medidas públicas implementadas para hacer frente a la subida de precios y sus efectos reales, ya que consideramos que presentan importantes limitaciones para hacer frente al deterioro de las rentas de millones de personas, como ha ocurrido con la bajada del IVA y su efecto casi nulo sobre la contención de precios.
Los acuerdos alcanzados entre el Gobierno y los sindicatos UGT y CCOO sobre pensiones y salario mínimo interprofesional, así como el incremento de las prestaciones por desempleo han contribuido a luchar contra la pobreza y la desigualdad social y han reducido la brecha salarial de género, por lo que se demuestra necesario subir los salarios acorde con el coste de la vida. Necesitamos salarios decentes que crezcan en parámetros equivalentes a la inflación, garantizando el poder de compra. Para ello, la cláusula de garantía salarial en los convenios colectivos es imprescindible.
Por tanto, es fundamental retomar las negociaciones con la patronal para alcanzar el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) que sirva de base para la negociación colectiva. En este sentido, UGT ha sido clara, si no hay acuerdo antes de verano, si la clase empresarial no se sienta en las mesas de negociación con propuestas realistas, que recuperen el poder de compra de los salarios, se incrementará el conflicto y serán ellos los únicos responsables.
La reforma laboral ha conseguido frenar la temporalidad y mejorar la creación y calidad en el empleo, mejorando el empleo de las personas mas afectadas por la precariedad, como son las mujeres y los jóvenes. Pero aunque la reforma laboral está dando sus frutos debemos seguir trabajando en esta línea. Para ello, es necesario aumentar de forma importante las plantillas de la Inspección de trabajo para situarla en los niveles de las ratios europeas; igualmente es preciso reforzar los servicios públicos de empleo y las políticas activas para hacer frente al problema del paro.
En nuestro país aún es demasiado fácil y barato despedir. Tenemos que avanzar hacia un coste del despido suficientemente disuasorio, justo y adecuado a las circunstancias sociales, vitales y de re-empleabilidad de las personas víctimas de decisiones injustas, de acuerdo con la doctrina del Comité Europeo de Derechos Sociales.
Estamos en un año electoral con elecciones municipales y autonómicas en mayo, y generales a partir de noviembre. Finaliza un periodo del primer gobierno de coalición progresista de nuestra historia reciente, con unos resultados muy positivos en materia laboral y social. Se ha fortalecido el diálogo y la concertación social como forma de afrontar los cambios que se producen en el mercado de trabajo y, con ello, las relaciones laborales y las políticas sociales. Seis acuerdos en defensa del empleo para hacer frente a la situación inédita que originó la COVID-19, las subidas del SMI, laboralización de los riders, la ley del teletrabajo, la nueva regulación de las relaciones laborales para quienes prestan servicios en el ámbito del hogar familiar, con el reconocimiento del derecho a las prestaciones por desempleo; el desarrollo reglamentario de los planes de igualdad entre mujeres y hombres y el registro salarial en las empresas, medidas necesarias para acabar con las desigualdades en el mercado de trabajo y con la brecha salarial; resaltando las dos grandes reforma: la reforma laboral y la reforma de la Seguridad Social y las medidas sociales y económicas tomadas para afrontar las crisis vividas.
Seguir construyendo en esa dirección, depende mucho del resultado de estos procesos electorales. Las personas trabajadoras nos jugamos el seguir avanzando en la mejora de la calidad de vida y de nuestros derechos laborales y sociales, o poner en riesgo todo lo conseguido hasta ahora.
Desde UGT y CCOO apostamos por seguir fortaleciendo las políticas sociales, los servicios públicos, la mejora de la sanidad y la enseñanza pública; por el derecho a una vivienda digna, cumpliendo con el mandato constitucional; por las políticas de cuidados y de dependencia como un derecho de ciudadanía; por el empleo de calidad y por la igualdad efectiva entre mujeres y hombres; para seguir avanzando en los derechos de todos los colectivos, LGTBI, personas migrantes o con discapacidad, por vivir la diversidad y la pluralidad sin ninguna discriminación ni social ni laboral; por la solidaridad y la lucha contra la desigualdad y la pobreza.
Instamos a la ciudadanía a participar masivamente en los procesos electorales y a apoyar las propuestas de progreso, que apuesten por la profundización democrática, el refuerzo de los servicios públicos, la fiscalidad suficiente y progresiva, la igualdad como condición de ejercicio de la libertad, los salarios dignos y el empleo de calidad. El riesgo reaccionario está más presente en la sociedad española que nunca desde la transición a la democracia, y nuestro país no puede retroceder.
Tenemos que continuar avanzando en derechos, libertades y dignidad para que las mayorías sociales vivamos mejor.
¡¡Acude a las manifestaciones del 1º de Mayo para el avance en derechos sociales y laborales!!