La Formación es un derecho constitucional. Un derecho de las personas que no se limita a las etapas de formación obligatoria, sino que debemos ejercer a lo largo de toda la vida. Los cambios sociales, económicos, laborales, productivos y culturales que se producen son cada vez más acelerados. Por eso el concepto de formación a lo largo de toda la vida se convierte en un elemento esencial en las sociedades avanzadas. Es muy importante aprender nuevas habilidades en un mundo en transformación.
Para ejercer este derecho puedes disponer de un permiso de hasta 200 horas por año o curso académico para realizar aquella formación reconocida mediante una titulación u otra acreditación oficial, incluidos los títulos de formación profesional y los certificados de profesionalidad. También está prevista su utilización para el acceso a los procesos de reconocimiento de las competencias y cualificaciones profesionales, siempre previa autorización de la empresa.